El Método Gemini, un cómic de Magius
Nada de calles cortadas que te hacen correr por un laberinto de callejones traseros, ni gente montando y desmontando sillas, ni capirotes de colores asomando a lo lejos entre pelotones de cabezas de humanos. Lo confieso: Echo de menos pasearme rápida por el centro y ver a los vendedores con sus carros llenos de bolsas de gusanitos y juguetes de plástico, las monas con huevo en las confiterías, el olor a azahar e incienso por las noches y la luna llena del Jueves del Silencio. Siempre he pensado que esta es la semana en la que más bonita me parece Murcia.
Este año no queda ni rastro de esto. Como todo ahora, parece que la Tierra se ha tragado también las procesiones, así que hemos aprovechado el oportuno momento para entrevistar a nuestro dibujante murciano favorito y hablar un poco de sus libros. Nadie dibuja calcetas huertanas como él.
Magius es ilustrador y dibujante de comics. Su pseudónimo lo eligió por un monje del siglo X que iluminaba (ilustraba) beatos, que eran libros que comentaban el Apocalipsis de San Juan. Trabaja en su propio sello, F.O.G Cómix, de las siglas «Frente Oscuro Güertano», jugando con la palabra inglesa fog (niebla). Empezó a utilizarlo en la época en la que dibujaba cómics sobre black metal, y una de las principales bandas de black metal son Mayhem, que justo tienen un tema que se llama «Funeral Fog».
La relación que tiene Magius con la Semana Santa murciana es muy estrecha: «Me gusta tanto por la representación cultural que supone de Murcia, como todo el misticismo que tienen las procesiones (son como todo lo contrario al mundo moderno, lleno de prisas y frivolidades… aunque algunos de los semanasanteros y meapilas también son de lo más frívolo). En la Semana Santa murciana, antiguamente, los que llevaban los pasos eran los huertanos, por eso los estantes llevan esparteñas y calcetas (al estilo huertano). En cambio, los mayordomos eran los aristócratas y burgueses de la ciudad, por lo que van vestidos con pajarita, puntillas, guantes de piel y elegantes zapatos. La Semana Santa de Murcia es única porque los penitentes, estantes y mayordomos reparten caramelos, monas y habas. La costumbre viene de cuando los estantes (que eran huertanos) venían a la ciudad y llevaban víveres para pasar el día. Venían de la huerta, y, en algunos casos, hacían muchos kilómetros a pie para llegar a la puerta de la iglesia y sacar los pasos a hombros para pasearlos por toda la ciudad. La gente pobre de la ciudad no tenía casi para comer y pedían comida a los huertanos (que tenían la ventaja de poder cultivar sus propios alimentos). Los huertanos, generosamente, compartían sus viandas con el público. El problema es que a veces se ocasionaban tumultos, y acabaron prohibiéndolo, así que con el tiempo lo sustituyeron por caramelos. Algún que otro obispo espabilado ha intentado prohibir esta costumbre, por parecerle poco piadosa, pero, afortunadamente se mantiene. La Semana santa de Murcia es todo lo contrario a la sevillana, es mucho más tranquila y relajada. Aquí no hay gente llorando exageradamente ni nada de eso, ni saetas ni chorradas.»
No sólo trabaja como dibujante de cómics, sino que también es ilustrador y se dedica a la autoedición. Aquí puedes ver su colección de fanzines por lo que es habitual encontrártelo con su puesto en la feria Zorroclocos e Lobos de Murcia, donde me pillé esta preciosidad titulada RUNA.
Hace poco, ya dentro de la cuarentena, me puse mis gafitas y me zampé el Metodo Gemini, la segunda novela gráfica de este autor, publicada en 2018 por Autsaider Comics. Ya le tenía muchas ganas.
Es una historia de gángsters ambientada en el Brooklyn de los años 70-80 basada en la vida de Roy DeMeo, un conocido mafioso sospechoso de asesinar cientos de personas, al que el Magius nomina como Mickey Dio. El protagonista empieza siendo aprendiz de carnicero por lo que la sangre está esparcida por todas las aventuras de su banda de mafiosos al estilo de las películas de Scorsese.
Está basado en los hechos reales de la vida de este gángster, pero ha introducido cosas inventadas y otras historias reales pero que no tienen que ver con el personaje. Mientras avanzaba en este proyecto no tenía un guión previo, ni bocetos, ni story- board, sino que lo iba escribiendo sobre el papel, incluso sobre las viñetas ya dibujadas. ¿Cómo lo hizo entonces? Porque previamente había dedicado mucho tiempo a documentarse y en su cabeza sí tenía un guión mental. Menudo coco.
Dice que le dedicó a este trabajo dos años en los que lo dejaba y lo retomaba intermitentemente, por lo que realmente fueron doce o trece meses, de los cuales los tres últimos fueron los más intensos, en los que realizó por completo las últimas 75 páginas de las 210 que tiene el libro. La técnica que utilizó es tinta sobre papel, y luego el coloreado es digital.
La línea del dibujo del libro es flipante. Lo que más me ha llamado la atención es como juega con la luz y la sombra, esos contrastes, además de su estilo inconfundible dibujando personajes o escenarios.
Le hemos preguntado por los colores y dice que eligió los tres colores primarios y el negro porque, aparte de que simplificaba el trabajo de coloreado, estos colores son intensos y suficientes para dar colorido. También tienen implicaciónes psicológicas, como que remiten a la niñez (el protagonista cumple su sueño de la infancia: ser un gangster, y juega a ser gangster ya de adulto; no tiene un trabajo aburrido de oficina, no es una persona normal). También le da un punto de delirio y locura a la historia, y los colores son muy setenteros (la historia se desarrolla sobretodo en los setenta).
La experiencia de trabajar con la editorial Autsaider Cómics fue tan increíble que ha decidido repetir. Dice que es actualmente la mejor editorial underground e independiente española, no sólo por el catálogo de sus publicaciones sino porque le permiten trabajar con libertad y encima saben promocionar sus ediciones.
Este pandemión mundial también afecta a los mismísimos dibujantes de cómics: «Íbamos a publicar el nuevo códice para el Salón del Cómic de Barcelona del próximo mayo, pero ya no hay Salón (lo han aplazado, como todo). De todas formas, el códice saldrá publicado cuanto antes y se venderá cómo y por dónde se pueda. Yo, salvo eso, no me quejo, estoy acostumbrado al confinamiento o enclaustramiento (como el monje Magius del siglo X), los dibujantes vivimos enclaustrados!!! De todas formas, me fastidia que no hayan habido procesiones de Semana Santa ni Bando de la Güerta (son fiestas importantes para mí), pero ahora es lo de menos, hay cosas más importantes por las que preocuparse.»
Ojalá que Magius pronto pueda publicar sus siguientes trabajos. Eso significará que de nuevo podemos salir a la calle, recuperar nuestros derechos y libertades, y abrazar a nuestros amigos.
Esperamos que estéis aprovechando la situación para hacer lo que más os guste o para no hacer nada. Por aquí estamos haciendo un montón de cosas que antes no podíamos por falta de tiempo, a ver si al final nos va a faltar cuarentena.
Un abrazo sincero,
Mati <3